¿Para qué se usan las salas blancas en la industria cárnica?
La principal función de las salas blancas es evitar la contaminación y los fenómenos antihigiénicos de todo lo que se realiza en las mismas. Por lo tanto, en la industria cárnica es más que obvio que este tipo de salas se usen para evitar la contaminación cruzada y ambiental, las cuales pueden alterar los valores nutricionales y las propiedades organolépticas, poniendo así en peligro el producto final.
Estas están diseñadas de tal forma que el aire sea regenerado y filtrado constantemente, además de estar compuestas de cierta humedad y nunca superando los 12 grados centígrados de temperatura ambiente.
Además, en este tipo de salas blancas se debe tener un cuidado especial, tanto en su instalación como en su uso del día a día, ya que las personas que entren en las mismas para trabajar tienen que llevar una serie de medidas a rajatabla que les sirve como protocolo para no interferir y modificar las características principales de los productos finales. Por lo tanto, es recomendable que el acceso a estas cámaras se realice una vez que se haya realizado una desinfección útil, lavando botas y trajes utilizados en las zonas sucias, como son los mataderos, para que el producto final tenga las características necesarias y tenga la máxima calidad posible.
Podríamos decir que las salas blancas y, en concreto, salas blancas para la industria cárnica o alimenticia, van de la mano con la higiene y seguridad del alimento y, con ello, relacionado con la salud de todos. Esto es así porque en las mismas se garantiza una eliminación de partículas, aire nocivo, bacterias, factores contaminantes… que, junto al control de temperatura, iluminación, conservación, etc., se encuentra vigilado y regulado por estos espacios.
Todo ello supervisado y revisado por expertos. Por lo que se deben llevar a cabo las normas y estándares nacionales pertinentes.
Estructura de las salas blancas en la industria cárnica.
Las salas blancas en esta industria, en especial, debe tener o, al menos, es recomendable que tenga distintas salas para las distintas labores:
– Área de procesado de alimentos.
– Área de control sanitario.
– Espacio de procesamiento de productos perecederos.
– Vestuario (Sala de duchas, instalaciones de desinfección y aseo)
– Área de almacenamiento de materias primas y auxiliares.
– Área de almacenamiento de productos acabados.
Además de una buena limpieza, tanto en el suelo y paredes, como en el panel del techo, puertas, ventanas…
En resumen, este tipo de salas son imprescindibles e importantes en las industrias alimenticias porque proporcionan una mayor calidad e higiene al producto final. Esto hace que las personas confíen más en lo que consumen, siendo ese consumo sano y cuidado.
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