¿Cuándo es necesario usar un extractor de aire?

Los extractores de aire son aparatos que sirven para aspirar el aire de un espacio y renovarlo. Hay quien confunde este sistema con el de un ventilador. Si bien es cierto que ambos cumplen su función gracias a las aspas, los ventiladores solo mueven el aire y le ayudan a circular. Los extractores, por su parte, se encargan de extraer ese aire e introducir una corriente nueva.

Es importante conocer bien el funcionamiento de estos aparatos para determinar cuándo es necesario instalarlos. Son muchos los factores que pueden hacer que su montaje sea imprescindible. En este post queremos contarte tres elementos clave que nos avisan de que necesitamos incorporar estos sistemas.

Humedad

Uno de los aspectos a los que hay que atender para saber si son necesarios o no es la humedad. Esta puede ser perjudicial para la salud y provocar síntomas de alergia, asma y otras deficiencias pulmonares. Su presencia favorece la aparición y la supervivencia de determinadas bacterias y otros microorganismos. Estos no solo pueden afectar a nuestro bienestar, sino que también pueden ser dañinos para el espacio (paredes, muebles, etc.).
Esta condición suele darse sobre todo en los cuartos de baño u otras áreas en las que se utilicen grandes cantidades de agua. Generalmente, estos extractores suelen colocarse en el techo de los servicios para absorber el aire húmedo y dejar un ambiente seco. Además, absorben los malos olores, algo que suele ocupar nuestra preocupación e intentamos solventar con productos no tan eficientes.
Teniendo esto en cuenta, la instalación de estos aparatos será indispensable cuando se den dichas condiciones de humedad en el espacio.

Gases y humos

La presencia de determinados gases o la acumulación de humo también son decisivos para conocer si debe instalarse uno de estos sistemas. Para evitar que estos gases dañen nuestra salud o la de nuestros espacios es esencial que contemos con aparatos que renueven el aire y limpien el ambiente. Fundamentalmente se instalan en aquellas estancias en las que se utilicen máquinas que funcionen con gas o electrodomésticos que produzcan humo durante su uso.  Así, es fácil encontrarlos en cualquier cocina, talleres, garajes, etc. Además, estos aparatos también ayudan a reducir la acumulación de polvo.

Calor

Los extractores de aire también pueden suponer una ayuda para los meses de verano. Cuando el clima es cálido, el calor se suele acomodar en la parte superior de la habitación, es decir en el techo. Al colocar uno de estos aparatos este aire cálido puede renovarse por uno más frío que refresque el espacio. Pero ¿Significa esto que solo son necesarios en verano? La respuesta es no. El invierno es el periodo en el que más problemas de salud tenemos. Es muy probable que tengas más de un resfriado durante esta época, y como tú todos aquellos con los que convives, trabajas o te comunicas. Con ello la acumulación de bacterias y la posibilidad de contraer determinados virus se incrementa. El problema está en que el frío nos obliga a mantener nuestros hogares cerrados y a olvidar la importancia de la ventilación. Estos aparatos son la solución perfecta para limpiar el aire y olvidarnos de estos contratiempos.